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Muelas del juicio 101: Por qué suelen ser necesarias las extracciones

Las muelas del juicio, también conocidas como terceros molares, son los últimos dientes que salen en la boca. Suelen aparecer al final de la adolescencia o a principios de la veintena. Mientras que algunas personas no experimentan ningún problema con sus muelas del juicio, muchas personas a menudo requieren extracciones. En esta completa guía, profundizaremos en las razones por las que a menudo son necesarias las extracciones de muelas del juicio.

¿Qué son las muelas del juicio?

Las muelas del juicio son dientes vestigiales necesarios para nuestros antepasados, que tenían mandíbulas más grandes y comían alimentos crudos y sin procesar. En los humanos modernos, sin embargo, estos dientes se han vuelto innecesarios y a menudo plantean diversos problemas de salud bucodental.

La mayoría de las personas tienen cuatro muelas del juicio, dos en el maxilar superior y dos en el inferior. Sin embargo, algunas personas pueden tener menos o incluso ninguna. La erupción de las muelas del juicio puede causar fuertes dolores y molestias por diversos motivos, por lo que los profesionales de la odontología suelen sugerir su extracción.

Razones por las que a menudo son necesarias las extracciones

1. Espacio insuficiente:

Una razón frecuente por la que es necesario extraer las muelas del juicio es la falta de espacio suficiente para alojarlas. La mandíbula humana ha evolucionado hasta hacerse más pequeña con el paso del tiempo, lo que ha provocado un desajuste entre el tamaño de la mandíbula y el número de dientes que deben erupcionar. Como resultado, las muelas del juicio no tienen espacio suficiente para crecer adecuadamente. Esto puede dar lugar a muelas del juicio retenidas, que quedan parcial o totalmente atrapadas bajo la línea de las encías.

Las muelas del juicio retenidas pueden causar innumerables problemas, como dolor, inflamación, infección e incluso la desalineación de los dientes adyacentes. La extracción de estos dientes retenidos es crucial para evitar complicaciones posteriores y mantener una buena salud bucodental.

2. Hacinamiento y desplazamiento:

Aunque parezca haber espacio suficiente para que salgan las muelas del juicio, éstas pueden provocar apiñamiento y desplazamiento de los dientes existentes en la boca. La presión ejercida por las muelas del juicio emergentes puede empujar los dientes circundantes, provocando desalineaciones y superposiciones. Esto puede dar lugar a problemas de ortodoncia y puede requerir un tratamiento adicional para corregirlo.

Al optar por las extracciones de muelas del juicio, se puede minimizar eficazmente el riesgo de apiñamiento y desplazamiento, garantizando que los dientes permanezcan en su alineación correcta y reduciendo la necesidad de una intervención ortodóncica posterior.

3. Infecciones y enfermedades de las encías:

Las muelas del juicio parcialmente erupcionadas o impactadas pueden crear un entorno ideal para la acumulación de bacterias y partículas de alimentos. Esto puede conducir rápidamente al desarrollo de infecciones como la pericoronitis, una inflamación de los tejidos blandos que rodean al diente. En algunos casos, el tejido gingival puede incluso crecer por encima de la muela del juicio, creando un colgajo en el que pueden proliferar las bacterias, dando lugar a enfermedades crónicas de las encías como la gingivitis o la periodontitis.

Cuando se producen infecciones y enfermedades de las encías, pueden causar dolor, hinchazón, mal aliento e incluso dificultad para abrir la boca. La extracción de las muelas del juicio ayuda a eliminar estos posibles focos de infección, favoreciendo una mejor salud bucodental y el bienestar general.

El proceso de extracción

Las extracciones de muelas del juicio suelen ser realizadas por cirujanos orales o dentistas con formación especializada. La intervención puede realizarse con anestesia local, sedación o anestesia general, en función de la complejidad y las preferencias del paciente.

El dentista hará una incisión en el tejido gingival para exponer el diente impactado o erupcionado. En caso necesario, puede retirarse una pequeña cantidad de hueso para facilitar el acceso. A continuación se extrae el diente con cuidado y se sutura la incisión para favorecer una cicatrización adecuada.

La recuperación de una extracción de muela del juicio suele durar entre unos días y una semana. Durante este tiempo, es importante seguir las instrucciones de cuidados postoperatorios del dentista, que pueden incluir la toma de analgésicos prescritos, la aplicación de compresas frías y la ingesta de alimentos blandos para ayudar en el proceso de cicatrización.

Conclusión

Aunque la erupción de las muelas del juicio puede ser una parte normal del desarrollo dental de algunas personas, a menudo provoca complicaciones que requieren extracciones. La falta de espacio, la posibilidad de apiñamiento y el riesgo de infección y enfermedades de las encías hacen necesarias las extracciones de muelas del juicio para evitar problemas dentales más graves a largo plazo. Si experimenta dolor u otros síntomas relacionados con las muelas del juicio, consulte a su dentista para determinar el mejor curso de acción para mantener su salud bucodental.