La periodoncia es un campo especializado de la odontología que se centra en la prevención, el diagnóstico y el tratamiento de las enfermedades periodontales, también conocidas como enfermedades de las encías. Se ocupa principalmente de las estructuras de soporte de los dientes, incluidas las encías, el hueso alveolar y el ligamento periodontal. Sorprendentemente, muchos estudios han puesto de relieve una relación significativa entre la salud cardiaca y la periodoncia. En este artículo exploraremos la conexión entre estos dos campos aparentemente no relacionados y por qué mantener una buena higiene bucal es importante para su bienestar general.
Comprender la enfermedad periodontal
La enfermedad periodontal es una infección bacteriana que afecta a los tejidos que rodean los dientes. Comienza con la acumulación de placa, una película pegajosa formada por bacterias, partículas de alimentos y saliva, en los dientes y las encías. Si no se elimina mediante el cepillado regular y el uso del hilo dental, la placa se endurece y se convierte en sarro y provoca la inflamación de los tejidos de las encías, lo que conduce a la gingivitis.
Si no se trata, la gingivitis puede evolucionar a periodontitis, una forma más grave de enfermedad de las encías. La periodontitis afecta a las estructuras de soporte de los dientes y provoca la formación de bolsas profundas entre las encías y los dientes. Estas bolsas albergan aún más bacterias, lo que favorece una mayor infección y daña los tejidos de las encías y el hueso. En última instancia, esto puede provocar la pérdida de dientes si no se busca un tratamiento periodontal adecuado a tiempo.
El vínculo con la salud del corazón
Las investigaciones sugieren que las bacterias presentes en las infecciones periodontales pueden entrar en el torrente sanguíneo y viajar a diversas partes del cuerpo, incluido el corazón. Aunque el mecanismo exacto no se conoce del todo, se cree que las bacterias desencadenan la inflamación, que puede contribuir al desarrollo y la progresión de las enfermedades cardiovasculares.
Varios estudios han demostrado una correlación entre la enfermedad periodontal y un mayor riesgo de problemas cardiacos, como infarto de miocardio, ictus y aterosclerosis. La aterosclerosis es una enfermedad caracterizada por la acumulación de placa en las arterias, lo que provoca el estrechamiento o la obstrucción de los vasos sanguíneos. La inflamación crónica causada por la enfermedad periodontal puede contribuir a esta formación de placa y a la progresión de la aterosclerosis.
Factores de riesgo compartidos
La enfermedad periodontal y las enfermedades cardiovasculares comparten factores de riesgo comunes, lo que pone de relieve la estrecha relación entre ambas. Entre los factores de riesgo que contribuyen a ambas afecciones se encuentran el tabaquismo, una higiene bucal deficiente, la diabetes, la obesidad y un estilo de vida sedentario. Tomar medidas para abordar estos factores de riesgo no sólo mejora la salud bucodental, sino que también tiene efectos positivos sobre la salud cardiaca.
La importancia de mantener una buena salud bucodental
Mantener una buena higiene bucal es crucial para la salud en general, y en particular para la salud del corazón. Incorporar las siguientes prácticas a su rutina diaria puede ayudarle a prevenir la enfermedad periodontal y reducir el riesgo de complicaciones asociadas:
1. Cepillarse los dientes dos veces al día
Cepíllate bien los dientes al menos dos veces al día con un cepillo de cerdas suaves y pasta dentífrica con flúor. Esto ayuda a eliminar la placa y a prevenir su acumulación en los dientes y en la línea de las encías. Sustituye tu cepillo de dientes cada tres o cuatro meses, o antes si las cerdas se deshilachan.
2. Usar hilo dental a diario
Utiliza hilo dental entre los dientes y a lo largo de las encías al menos una vez al día. Esto ayuda a eliminar la placa y las partículas de comida de las zonas que su cepillo de dientes no puede alcanzar eficazmente. Unas técnicas adecuadas de limpieza con hilo dental y el uso de un enjuague bucal antimicrobiano pueden mejorar aún más la higiene bucal.
3. Revisiones dentales periódicas
Programe visitas periódicas a su dentista para someterse a limpiezas y revisiones profesionales. Los profesionales dentales pueden detectar los primeros signos de enfermedad de las encías y proporcionar el tratamiento adecuado.
4. Elecciones de estilo de vida saludable
Adopte un estilo de vida saludable que incluya una dieta equilibrada, ejercicio regular y dejar de fumar. Estas elecciones de estilo de vida no sólo benefician a su salud bucodental, sino que también contribuyen al bienestar general, incluida la salud cardiaca.
Conclusión
Mantener una salud cardiaca óptima va más allá de los ejercicios cardiovasculares y una dieta sana. Se trata de cuidar todo el cuerpo, incluida la salud bucodental. Practicando una buena higiene bucal, abordando con prontitud la enfermedad periodontal y controlando los factores de riesgo compartidos, puede reducir el riesgo de problemas cardiacos asociados a la periodontitis. Recuerda: ¡una boca sana contribuye a un corazón sano!